Virginia Barrera Cívico y Laura M. Santoto (4º B),
en El Barranco. Año XXI, Junio 2019, nº 62, pp. 5.7
(Coord. Fidel Rodríguez del Moral)
Artículo en PdF
https://drive.google.com/file/d/1hiBAH5A43ZhamglC2YN6pvMvGdgLRSo_/view?usp=sharing
Introducción.
Los alumnos de Educación Plástica y Visual de 4ºESO y el profesor de esta asignatura; Fidel Rodríguez del Moral, durante el curso han llevado a cabo varios proyectos, el más importante de ellos es la realización de una réplica de la conocida obra artística “El Guernica” realizada por el famoso pintor y escultor español Pablo Ruíz Picasso. La actividad se programó en el proyecto del Programa Cultural “Vivir y Sentir el Patrimonio” para el curso 2018-2019.
1.- Historia del cuadro (temática).
El Guernica fue pintado entre los meses de mayo y junio de 1937. Es un cuadro muy famoso, y su título se debe al bombardeo de Guernica, que se produjo el 26 de abril de dicho año (1937), durante la Guerra Civil Española.
El cuadro fue un encargo que le hizo el Director General de Bellas Artes a Picasso, por petición del Gobierno de la Segunda República Española. Debía ser expuesto en el pabellón de España durante la Exposición Internacional de París de 1937. El objetivo era llamar la atención del público hacia la causa republicana en plena guerra.
En la década de 1940, en plena dictadura de Franco, Picasso optó por dejar el cuadro a cargo del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Su idea era que algún día fuera devuelto a España cuando se implantara la democracia en nuestro país. En 1981 la obra regresó finalmente a España. Desde 1992, se puede contemplar, en el Museo Reina Sofía de Madrid.
Su interpretación es controvertida, debido a que varias figuras son simbólicas y provocan opiniones diferentes. Es evidente, que su valor artístico es indiscutible, porque es considerado una de las obras más importantes del Arte del siglo XX. Además se ha convertido en un icono de este siglo, al ser un símbolo de los terribles sufrimientos que la guerra inflige a los seres humanos.
2.- Descripción formal.
El Guernica representa un escenario en ruinas lleno de símbolos que producen caos aparente ya que la obra se estructura ordenadamente a partir de una gran pirámide compensada por dos ejes verticales.
En el vértice superior de la pirámide vemos un quinqué que sostiene una mujer asomada a una ventana.
En el centro vemos un caballo con una lanza clavada en el costado, al lado de este; una mujer huyendo, y bajo las patas del caballo; un guerrero descuartizado el cual tiene, en uno de sus brazos; una espada rota y una rosa que representan un rayo de esperanza dentro de todo el caos.
Hacia la izquierda, se ve un toro, bajo este; hay una mujer con su hijo muerto en brazos. Al lado del toro aparece una paloma herida que representa la paz corrompida.
La parte derecha la ocupa la imagen de una mujer agonizando que está atrapada en un incendio.
En el cuadro, Picasso, mezcla cubismo y expresionismo mediante el uso de recursos expresivos. Además, emplea una reducida gama cromática (blanco, negro y gris principalmente).
3.- Origen y desarrollo.
3.1.- Fase inicial.
a).- Crear el boceto.
Antes de comenzar con el proyecto, estuvimos dos meses aprendiendo a dibujar, es decir, a observar, analizar, encajar, proporcionar, trazar y por último el claroscuro (luces y sombras, donde lo más curioso ha sido ver luz y detalles en las sombras). Sobre todo estuvimos dibujando objetos y bodegones.
También estuvimos trabajando el color practicando con la escala de grises, aprendiendo a obtener matices en cada gris.
A partir de ahora empezamos a poner en práctica todo lo aprendido en la realización de este proyecto, comenzamos dibujando bocetos con carboncillo, donde cada compañero dibujó un trozo del cuadro. También trabajamos fragmentos del guernica con témpera sobre tabla, familiarizándose así con el soporte.
b).- Preparación de la madera.
Todas las tablas, tanto la de los bocetos como la de la obra final, han pasado por un proceso de imprimación, es decir, varias capas finas de sulfato de cal y cola de carpintero. Es la base que aplicamos antes de pintar para preparar la madera sobre la que hemos trabajado. Protege y ejerce de soporte para una mejor adhesión de la pintura.
3.2.- Fase intermedia
c).- Trasladar el dibujo a la madera.
Nuestra obra mide 440 cm x 200 cm, para poder manejar semejante tamaño lo hemos partido en cuatro partes de 110 cm x 200 cm. Al realizar los trazos del dibujo lo hicimos previamente en papel continuo a tamaño real, para posteriormente pasarlo a los tableros mediante puntos.
d).- Perfilar el dibujo. Retoques
Una vez punteado, nos limitamos a perfilarlo, ajustando las proporciones y redibujando aquellas zonas que se han perdido con trazos sueltos y vigorosos. Teníamos que tener en cuenta las uniones de las cuatro partes y dadas las dimensiones del cuadro, nos trasladamos al “hall” del Centro y nos situamos en el suelo para terminar de perfilarlo, ya que en el aula no cabía.
3.3.- Fase final
e).- Sombreado y coloración.
Al fin llegamos a la parte final del cuadro, estaba preparado para empezar a pintar con témpera. Comenzamos preparando cuatro tonos de grises: uno claro, otro oscuro y dos intermedios que nos han servido para ir manchando y tapando los blancos del cuadro. Empezamos coloreando y sombreando el fondo, con estos matices grisáceos. De esta manera conseguimos darle unidad tonal a todo el cuadro.
f).- Matización y retoque final.
A partir de estos tonos fuimos matizando con distintas capas de pintura y pinceladas sueltas, vigorosas, tanto el fondo como las figuras, observando el original de Picasso. También utilizamos la lija para sacar texturas y matices ocultos en las distintas capas. Por último, repasamos con líneas y trazos las zonas del dibujo más importantes hasta obtener el resultado deseado.
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